Ebisu Iwa

Dos formaciones rocosas emergen del mar en un paisaje costero lleno de misterio y calma. Una de ellas, más grande y cubierta de musgo, sostiene un pequeño torii, símbolo espiritual japonés, mientras que la otra se alza oscura y solitaria. El mar, tranquilo y cubierto de niebla, refleja suavemente las rocas y el cielo nublado. Los tonos fríos de azul y gris crean una atmósfera serena y soñadora. Este mural es ideal para dormitorios, salones o zonas de lectura, donde se busca una sensación de paz y profundidad visual. Perfecto para quienes valoran un estilo natural y contemplativo en sus espacios.